Mucho antes de que Facebook impulsara la realidad virtual, el Metaverso argentino apunta al futuro y es que cada mes suma hasta medio millón de usuarios.
Ciertamente el Metaverso se ve como un mundo virtual del cual sus propios usuarios son dueños. Se trata de un sistema abierto y que utiliza la tecnología blockchain, un modelo contrapuesto al de las grandes compañías de Silllicon Valley, como Meta.
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El Metaverso argentino apunta al futuro
Puede comprenderse como una evolución de lo que fueron hace veinte años juegos como Second Life o más recientemente Fortnite, un mundo virtual en que el usuario crea su propio avatar para jugar y relacionarse con los demás.
Sin embargo, en el caso de Decentraland, que arrancó en febrero de 2020, aspira a ser más que eso y se ha convertido en un lugar donde comprar, divertirse, asistir a conciertos o eventos, como la reciente Metaverse Fashion Week, con desfiles y la presencia de grandes marcas internacionales de moda.
Las grandes compañías tampoco quieren perder el tren del futuro de internet y algunas, como JP Morgan, ya tienen allí sus ‘sedes virtuales’.
Algunos ejemplos de cómo avanza el metaverso
Solo para tener una idea de cómo es el avance, ya existe hasta un casino. Recientemente Barbados, un país del Caribe, anunció la apertura de su primera ‘embajada’ en el metaverso para liberarse, según sus responsables, de las limitaciones del mundo real.
Se trata de un espacio de encuentro virtual para que las personas puedan hacer lo que quieran, estar virtualmente en una fiesta, o hacer una conferencia o directamente explorar.
Por ello, Decentraland es también una economía, con su propia criptomoneda, llamada ‘mana’ y sus parcelas, es decir tierras virtuales en número limitado que se compran y se venden como cualquier otro terreno.
Frente al temor de un mundo que escape al control de las autoridades y a la regulación, lo que se requiere es espacio para poder innovar.