La AMF advierte a los usuarios de Bybit en Francia sobre su estado no autorizado, enfatizando la necesidad de aprobación regulatoria para los servicios de activos digitales.
Bybit, un intercambio de criptomonedas de rápido crecimiento, ha enfrentado recientemente un escrutinio considerable en Francia debido a problemas regulatorios. A pesar de alcanzar el hito de 20 millones de usuarios a nivel mundial después de cinco años de operaciones, la Autorité des Marchés Financiers (AMF) ha puesto en evidencia la falta de autorización de Bybit para operar en el mercado francés.
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La AMF Francesa Señala el Estatus No Autorizado de Bybit
La AMF, el principal organismo regulador financiero de Francia, emitió un recordatorio a los inversores minoristas sobre el estatus no autorizado de Bybit en la región. Esta advertencia sigue a una acción previa de lista negra tomada hace dos años, subrayando las continuas dificultades del intercambio para cumplir con las normativas francesas. La AMF enfatiza que los proveedores de servicios de activos digitales (DASP) deben registrarse antes de operar en Francia, un requisito que Bybit aún no ha cumplido.
Respuesta de Bybit
En respuesta, Bybit mencionó su decisión previa de retirarse del mercado francés en octubre de 2023, afirmando su intención de cumplir con las leyes locales. El intercambio también destacó las discusiones en curso con la AMF para obtener las licencias necesarias, subrayando su compromiso con el cumplimiento regulatorio. Sin embargo, la falta de un registro formal significa que sus operaciones son ilegales según la ley francesa, y la AMF podría tomar acciones legales para bloquear el acceso de Bybit en Francia.
Enfoque de la AMF en la Protección del Inversor
La AMF se dedica a mantener el orden público y salvaguardar a los inversores a través de estrictas regulaciones. Estas incluyen la prevención del lavado de dinero y la financiación del terrorismo, la evaluación de la competencia e integridad de los directores de las empresas, y la implementación de medidas para proteger a los inversores minoristas. Al no registrarse como DASP, Bybit está en violación de estos estándares, arriesgándose a repercusiones legales y una posible pérdida de confianza del mercado.
Consejos de la AMF a los Inversores
La AMF insta a los inversores que utilizan Bybit a prepararse para cualquier interrupción repentina del servicio, reflejando la naturaleza precaria de los servicios de activos digitales no registrados. Además, aconseja a los inversores consultar su lista blanca de DASP registrados, disponible en su sitio web oficial, antes de realizar inversiones en criptomonedas. Este enfoque proactivo subraya el compromiso de la AMF con la seguridad de los inversores en el volátil mercado de las criptomonedas.
Innovaciones y Expansión de Bybit
A pesar de los desafíos regulatorios en Francia y en Hong Kong, donde la Comisión de Valores y Futuros (SFC) también ha emitido advertencias, Bybit continúa innovando y expandiéndose en otros mercados. El lanzamiento de Bybit P2P Shield tiene como objetivo mejorar la seguridad y la confianza en su plataforma de comercio entre pares, abordando las preocupaciones de los usuarios sobre la seguridad de las transacciones.
Además, Bybit ha simplificado el proceso de adquisición de activos digitales al integrar Google Pay en su plataforma, reflejando un cambio hacia transacciones de criptomonedas más fáciles de usar. Estos desarrollos indican el compromiso de Bybit de mejorar la experiencia y la seguridad del cliente, incluso mientras navega por complejos paisajes regulatorios en varios mercados globales.
Conclusión
La situación de Bybit en Francia destaca la importancia del cumplimiento regulatorio para los intercambios de criptomonedas que operan a nivel mundial. Mientras que Bybit enfrenta desafíos en ciertos mercados, su enfoque en la innovación y la mejora de la seguridad del usuario demuestra su compromiso con el crecimiento y la adaptación en un entorno financiero en constante cambio. La AMF, por su parte, continúa protegiendo a los inversores y manteniendo la integridad del mercado mediante la aplicación rigurosa de las regulaciones.