Reguladores de la Unión Europea están investigando al exchange de criptomonedas OKX por su posible implicación en el lavado de $100 millones vinculados al hackeo de Bybit.
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Detalles del hackeo y presunto lavado de fondos
En febrero de 2025, Bybit sufrió un hackeo que resultó en el robo de aproximadamente $1,500 millones en Ether (ETH) y tokens relacionados. Investigaciones posteriores señalaron al grupo de hackers norcoreano conocido como Lazarus Group como responsable del ataque.
Según declaraciones del CEO de Bybit, Ben Zhou, cerca de $100 millones, equivalentes a 40,233 ETH, fueron lavados a través del servicio Web3 de OKX, lo que ha generado preocupaciones sobre la posible irrecuperabilidad de una parte de estos fondos.
Licencia MiCA y servicios de OKX bajo escrutinio
El 27 de enero de 2025, OKX anunció que había obtenido una licencia completa bajo el marco regulatorio de la Unión Europea conocido como Markets in Crypto-Assets (MiCA), lo que le permite operar en todos los Estados miembros bajo un marco unificado.
Sin embargo, la atención de los reguladores se ha centrado en determinar si los servicios de billetera Web3 y la plataforma de finanzas descentralizadas de OKX están cubiertos por MiCA.
Reguladores de países como Austria y Croacia han expresado que estos servicios deberían estar sujetos a las normativas de la UE, lo que podría implicar posibles sanciones para el exchange si se determina que ha habido incumplimientos.
Respuesta de OKX y situación actual
OKX ha negado estar bajo investigación por parte de la Unión Europea y ha calificado las declaraciones de Bybit como “información errónea”.
En una declaración, la empresa defendió sus servicios de billetera Web3 y refutó las acusaciones de estar involucrada en el lavado de fondos robados.
Haider Rafique, director de marketing global de OKX, calificó de “absurdo” sugerir que la empresa esté implicada en tales actividades. Mientras tanto, el CEO de Bybit, Ben Zhou, afirmó que aproximadamente el 3% de los fondos robados han sido congelados, pero que el 20% se considera irrecuperable.
La situación ha llevado a los reguladores europeos a evaluar más de cerca las operaciones de OKX y su cumplimiento con las normativas vigentes, especialmente en lo que respecta a sus servicios descentralizados y su integración con plataformas centralizadas.
Este caso destaca la creciente atención de las autoridades sobre las plataformas de criptomonedas y la necesidad de un equilibrio entre la innovación en el espacio de las finanzas descentralizadas y el cumplimiento de las regulaciones destinadas a prevenir actividades ilícitas.