Un informe publicado por Chainalysis reveló que hackers patrocinados por el gobierno de Corea del Norte fueron responsables por la pérdida de alrededor de $1.300 millones en criptomonedas este año.
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Informe de Chainalysis
La firma de seguimiento blockchain Chainalysis publicó un informe en el que se conoció que los hackers norcoreanos vinculados a Lazarus Group lograron robar aproximadamente $1.300 millones en criptomonedas en 2024.
Esta cifra, según el documento, representa un aumento del 102,88% en comparación con lo robado en 2023, lo cual refleja una intensificación de los ataques cibernéticos en el ecosistema de criptomonedas.
Dentro de este contexto, cabe mencionar que Chainalysis aseguró que la República Popular Democrática de Corea —comúnmente conocida como Corea del Norte— es responsable del 61% de las criptomonedas robadas este año.
Incremento en los robos de criptomonedas
Una parte significativa de los robos de criptomonedas en los últimos años han sido atribuidas a Lazarus Group.
De acuerdo con el informe de Chainalysis, en 2023 los hackers norcoreanos robaron $660 millones en 20 incidentes. Sin embargo, en 2024, esta cifra se incrementó a $1.300 millones en 47 incidentes, representando el aumento anteriormente señalado.
Para sus ataques, la firma señala que Lazarus Group emplea una variedad de métodos sofisticados, entre los que se incluyen el phishing, el malware y la explotación de vulnerabilidades en plataformas de intercambio de criptomonedas.
Además, los ataques no se limitan a los intercambios tradicionales, sino que también se dirigen a proyectos de finanzas descentralizadas (DeFi) y plataformas de préstamos, ya que suelen tener menos medidas de seguridad.
Impacto en el ecosistema cripto
El robo de $1.300 millones en 2024 puede tener serias repercusiones para el mercado de las criptomonedas, llegando a afectar tanto a los usuarios individuales como a las plataformas de intercambio.
Aunque los ecosistemas han incrementado sus esfuerzos para mejorar la seguridad, implementando medidas como la autenticación multifactorial y auditorías de seguridad, la naturaleza descentralizada de las criptomonedas sigue siendo un desafío. A su vez, la dificultad de rastrear y recuperar los fondos robados, junto con la falta de un marco regulatorio global efectivo, complica la tarea de mitigar estos riesgos.
Sumado a esto, las sanciones internacionales, como las impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE. UU. (OFAC) contra entidades vinculadas a Lazarus Group, no han tenido un impacto suficiente, ya que la cooperación internacional sigue siendo limitada.
