David Brend, antiguo promotor de la falsa empresa de criptomonedas IcomTech, fue sentenciado a 10 años de cárcel por conspiración para cometer fraude electrónico.
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Sesión en el Tribunal
Durante una vista celebrada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, la jueza Jennifer Rochon sentenció a Brend a cumplir 120 meses en prisión por su participación en el fraude de IcomTech.
Sumado a esto, el Tribunal también ordenó a Brend a pagar una multa de $40.000 por conceptos de confiscación y se espera que se presente ante las autoridades el 16 de diciembre para cumplir su sentencia en el Campo de Prisiones Federales de Pensacola, Florida.
En este escenario, cabe recordar que, hace aproximadamente un mes, la jueza condenó a Gustavo Rodríguez, otro promotor de IcomTech, a 8 años de cárcel por su papel en el esquema fraudulento de criptomonedas.
¿Qué era IcomTech?
IcomTech fue una plataforma de activos digitales que se presentaba como una “oportunidad de libertad financiera”, prometiendo altos rendimientos a través de inversiones en el comercio y minería de criptomonedas.
Fue promocionada ampliamente en los Estados Unidos, donde se organizaron eventos, exposiciones y presentaciones por parte de los involucrados, quienes aseguraban retornos de inversión atractivos para atraer a los inversores.
No obstante, resultó ser un esquema Ponzi, un fraude de inversión en el que los rendimientos a los primeros inversores se cubrían con el dinero de nuevos participantes, en lugar de generar ganancias legítimas mediante inversiones reales.
El fraude causó $8 millones de pérdidas a las víctimas, los cuales, según los informes, fueron utilizados para cubrir los costos promocionales de la plataforma, así como para financiar los gastos personales de los promotores, que incluyeron inversiones en bienes raíces y adquisiciones de artículos de lujo.
Caída de la plataforma
Como ocurre con todo esquema Ponzi, IcomTech no pudo sostenerse indefinidamente debido a la imposibilidad de atraer suficientes nuevos inversionistas para pagar a los anteriores y, en 2018, comenzaron a surgir las primeras quejas de los usuarios.
En un intento por calmar a los inversionistas, la compañía lanzó un token con el fin de inyectar liquidez, pero esta medida solo agravó las pérdidas de los afectados. Finalmente, en 2019, IcomTech se desplomó por completo.
Este caso subraya la importancia de realizar investigaciones exhaustivas antes de involucrarse en oportunidades de inversión y de ser cautelosos ante promesas de rendimientos altos y rápidos.
Aunque el esquema Ponzi de IcomTech fue desmantelado, el riesgo de fraudes similares sigue presente en el mundo de las criptomonedas, lo que resalta la necesidad de una mayor regulación y educación financiera en el sector.