Dos ciudadanos brasileños han sido condenados por liderar un esquema Ponzi que defraudó a miles de inversores por más de $190 millones en Bitcoin, prometiendo beneficios irreales.
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El esquema de las falsas promesas
El mundo de las criptomonedas volvió a quedar en el centro de la polémica luego de que la justicia brasileña condenara a los hermanos Glaidson Acácio dos Santos y Mirelis Yoseline Díaz Zerpa, quienes encabezaron un esquema Ponzi que operaba bajo la fachada de inversiones en Bitcoin.
Los condenados captaron fondos de miles de inversores, principalmente en Brasil, pero también en otros países de América Latina, prometiendo rendimientos fijos mensuales de hasta un 15%, algo prácticamente imposible en un mercado tan volátil como el de las criptomonedas.
El fraude se extendió desde 2015 hasta 2021, y logró recaudar al menos $190 millones en Bitcoin, aunque las autoridades sospechan que la cifra podría ser aún mayor. Los acusados utilizaron plataformas digitales, redes sociales y hasta eventos presenciales para atraer a las víctimas, presentándose como expertos en inversiones y mostrando un estilo de vida de lujo financiado con el dinero captado.
Investigación internacional y captura
El esquema llegó a su fin tras una extensa investigación de las autoridades brasileñas, que contó con cooperación internacional.
El operativo, bautizado como “Operación Kryptos”, reveló que en realidad no existían las inversiones que prometían y que, en lugar de usar el capital para generar beneficios reales, los fondos de los nuevos inversores se utilizaban para pagar a los antiguos, manteniendo la ilusión de rentabilidad.
La justicia brasileña dictó una dura sentencia contra los implicados, incluyendo cargos de lavado de dinero, fraude financiero y asociación ilícita. Glaidson Acácio, apodado “el faraón de Bitcoin”, enfrentará más de 15 años de prisión, mientras que Mirelis Díaz, que permanece prófuga, también ha sido condenada.
Impacto en la industria de Bitcoin y advertencias
El caso ha encendido nuevamente las alarmas en la comunidad de criptomonedas y ha dejado claro el enorme riesgo que implica confiar en promesas de rendimientos fijos y elevados sin respaldo real.
Expertos en seguridad financiera han subrayado la importancia de verificar siempre la legalidad y transparencia de cualquier proyecto de inversión, especialmente en un sector aún joven y poco regulado como el de los criptoactivos.
Las autoridades brasileñas continúan buscando a otros posibles involucrados y han reiterado su compromiso para evitar que estafas similares sigan ocurriendo, recomendando a la población desconfiar de cualquier oferta que suene “demasiado buena para ser verdad”.