Alexander Vinnik, cofundador del exchange de criptomonedas ruso BTC-e, se declaró culpable ante el Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) por el cargo de conspiración para lavado de dinero.
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Admisión del cofundador
Mediante un comunicado, el DOJ informó que Vinnik admitió su culpabilidad ante los cargos de conspiración relacionados con las actividades de BTC-e; la plataforma donde se especula que fueron lavados más de $4.000 millones en bitcoin (BTC).
Con respecto a la decisión del cofundador, Lisa Monaco, Fiscal General Adjunta del Tribunal, señaló:
“Esta declaración de culpabilidad refleja el compromiso continuo del Departamento de utilizar todas las herramientas para luchar contra el lavado de dinero, vigilar los mercados de criptomonedas y recuperar la restitución de las víctimas.”
Cabe destacar que la admisión de Vinnik es el resultado de una amplia investigación alrededor de las operaciones de BTC-e desde 2011 a 2017; período en el que el exchange de criptomonedas procesó cerca de $9.000 millones en transacciones.
Detalles del caso BTC-e
BTC-e fue una plataforma de intercambio de criptomonedas que está intervenida desde 2017 bajo acusaciones de que no fue registrada ante la Red de Ejecución de Delitos Financieros (FinCEN) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, lo cual viola la ley federal del país.
A su vez, las autoridades señalaron que BTC-e no contaba con procesos ni políticas implementadas para prevenir el lavado de dinero, así como tampoco con protocolos “Know Your Customer” (KYC); algo que también es exigido por la ley federal.
En relación con la intervención del exchange, Vinnik fue arrestado en Grecia. En 2020, fue extraditado a Francia y recibió una sentencia de 5 años por el cargo de lavado de dinero. Sin embargo, después de cumplir 2 años en prisión, fue extraditado a los Estados Unidos el 5 de agosto de 2022.
Bases de la acusación
Según lo expuesto por el DOJ, BTC-e fue uno de los exchange de criptomonedas más grandes a nivel mundial y llegó a procesar miles de millones de dólares en transacciones, las cuales no requerían de procesos de verificación y permitían mantener el anonimato de los operadores.
Gracias a sus garantías de privacidad, la plataforma llegó a cosechar más de 1 millón de usuarios. No obstante, una gran parte de ellos provenía de los Estados Unidos, lo cual activó las alertas de las autoridades que prontamente enfocaron su atención en el exchange de criptomonedas.
En su acusación, los reguladores señalaron que la plataforma de BTC-e fue empleada para recibir, lavar, almacenar y mover fondos de origen ilícito generados por operaciones de intrusión informática, incidentes de piratería, ataques de ransomware, suplantación de identidades, comercio de narcóticos e incluso corrupción política.